domingo, 17 de julio de 2011

LOS GUARDIANES ETERNOS.



Paseando por un bello lugar y antes que me diera cuenta, un señor de sabia edad, acompañó a quien suscribe en su camino y sin más dilación empezó a contar:

Si éste paisaje te gusta también la historia de sus guardianes. Había una vez unos hombres que luchaban por causas para ellos razonables, y eran razonables porque eran aplicables a los demás.

Una de esas causas era proteger un paraje natural que como otros tantos estaba en peligro, y querían evitar que la mano humana dejara su huella en los mismos.

Tan preocupados estaban por aquella zona, que decidieron convertirse en los guardianes eternos de la misma. Para ello y para evitar a toda costa la mala intención de quienes no sentían respeto por aquella tierra, decidieron construir sus preciosas casas en el mismo y así no descuidar ni de noche ni de día.

No está claro si las moradas están en el mismo paraje o en las lindes de dónde empieza, pero su valentía llega hasta límites extremos porque mas allá ya no se puede construir ni siquiera observar el paisaje con las mismas vistas que lo hacen ellos. Son los guardianes eternos.

¿Has visto hija mía, cómo siempre hay gente que lucha y sacrifica por una justa causa?.

El anciano, terminó su explicación añadiendo: y cómo éstas, otras tantas, son las luchas teóricas. JUSTICIA SEÑOR PERO EN MI CASA NO.