jueves, 17 de diciembre de 2009

NOS FUIMOS PA MADRID


Veloz como un ave rapaz cumplimos las dos con nuestra misión , tanto fue así que a las once de la mañana todo estaba hecho y empezaba la ruta turística. Madrid tembló, rodeadas de la gran urbe, en el metro apiñado entendió algunas cosas, sus carcajadas las únicas existentes claro.

Atocha, Sol, Salamanca, Preciadossssss, etc etc etc, andaaaaaaaaaaaa si no se rién que no se rían no saben que se pierden, ya lo hacemos nosotras. Nunca pasarlo bien pareció tan fácil, iluminadas por las inmensas ganas de aprovechar cada instante, cada rincón monumental , típico y lleno de sabor , eso eso de sabor. Probamos los piñonates de la niña sin gusto, las croquetas y el bacalao del Labra, y lo bueno del Mercado de San Miguel. Andar andar, también la primera vez ¿verdad?.

Uy llama y le cuentas, esto es para contarlo, cuéntame mas anda, que envidia ehhhhhhhhhhhhh, de la sana que es la que tienen las buenas personas.

Unos decimitos de Doña Manolita por ser típico porque ricas ya somos las dos. A mi niña no le salen las cuentas pero el lotero con arte le explica.

Y sin darnos cuenta el tiempo se nos pasa volando, a pesar de que no hubo un solo segundo que no fuese aprovechado. Frío ¿qué frío? las temperaturas subieron a pesar de haber nevado el día anterior.

Buen viaje, buen día, buen negocio, buena compañía, buen humor, buenas conversaciones, buenooooooooooooo todo todo.

A la vuelta, dice le dolía la garganta, del frío no hija, de lo que has hablado,
que le dolían las piernas, normal porque el km cero lo convertimos en 500, la mandívula ¿de que te va a doler? Una sonrisa imborrable y un abraso de agradecimiento no merecido fue el mejor momento del día. Bueno y también otros ehhhhhhhhhhhhhh, uy que RISA.


P.d. Espero recuerdes este regalito durante mucho tiempo.

Para mi Monse.











martes, 8 de diciembre de 2009

Sierra Nevadaaaaaaa.


Nuestro amigo dedicado a la poda ecológica llegó a Prado Llano, sabía que iba a la nieve, y todos los ingredientes para la sobremesa menos el hielo. Sus vaquerossssssss, su camisa de cuadros subida hasta el codo, y el cero de los grados le parecía para reirse, mientras que al resto nos faltaba espacio corporal para más ropa. Entre tanto poliglota, tanto cartel en inglés y alemán, su señora empezó a agobiarse y él la tranquilizaba diciendo: Antonia tú tranquila, que aquí lo que manda es el taco.- mientras se golpeaba el bolsillo más abultado dónde su cajero personal se ubicaba.

Al poco rato de estar en Prado Llano, llegan al Hotel y la recepcionista le informa de lo siguiente: contamos con servicio de parking, si van a esquiar pueden alquilar el material necesario, si van a utilizar el forfait por ser clientes tienen reserva preferente, si van a practicar snowboard les facilitamos las tablas, si van a practicar freeride o trekking podemos informarle sobre todo. Él miraba fijamente a la chica, no dando crédito a lo que oía, esperando pacientemente a que acabase y una vez terminadas las educadas explicaciones Curro le dijo:

Señora el coche está acostumbrado al frío y al campo se queda fuera, mi Antonia y yo nos daremos algún revolcón en la nieve porque esquiar esquiar sólo en la intimidad, y no sé si el friride o el trekking trekking le gustará a usted, pero cómo no me lo explique mejor, me quedo con mi Antonia.

Ante la cara de asombro de aquella Señora, sin saber lo que aquel hombre le decía, Curro le aclaró: se ha quedado como yo, de piedra ¿verdad?.

Nada hija que le digo que no necesitamos garage o cochera porque el coche está bien aparcado (no parking), que no vamos a esquiar sino a tocar y jugar un poco en la nieve, si nos apetece el remonte cogemos las telecabinas y ese abono deportivo (forfait). que no necesitamos tablas para delizarnos por la misma (no snowboard), que si no esquiamos en pista tampoco fuera de ella (freeride), y si damos un paseo por las montañas será de forma libre pero sin salirnos de rutas marcadas. (no trekking).
Gracias por su información, pero si usted llamara las cosas por su nombre todo sería más fácil.

La recepcionista que era española pero contaba con cuatro banderas en su solapa correspondientes a los cuatro idiomas que dominaba, entendió que fallaba en su castellano no logrando informar a un cliente de su misma nacionalidad.

P.d. Curro y Antonia se lo han pasado de escándalo en la nieve y el hotel ha establecido desde este puente informar a los clientes en su idioma hablado gracias a nuestro amigo.

Basado en hechos reales. Ole el remonte.