jueves, 15 de mayo de 2008

LA VERDAD DEL AMOR


La verdad del amor no siempre explica en su afán de disculpa.
Dicen que es ciego. Sin embargo, si amar es conocer cuanto más te comprenda y te admita, mayor es la certeza de que te amo cual eres.
No es lícito, pues, llamarte paraiso silenciando los angeles que guardan tus fronteras. Ni celebrar tu variedad asombrosa sino advierto la desigualdad que existe en los contrastes. No quisiera penetrarte de tu historia para anclarme en la melancolía, sino para que tu sabiduría me sirva de enseñanza. Ni quisiera que tu deslumbrante belleza me arrebatara ocultándome la lucha cotidiana de tus gentes.