martes, 29 de marzo de 2011

EL IMBÉCIL PERFECTO.


-Perdone señora, pero va a empezar a llover, se me olvidó el paraguas y como usted lleva uno, pensé que no le importaría dejármelo.

- Pero hijo, ¿cómo voy a darle mi paraguas si como bien dice va a empezar a llover?

-Pues si señora, si usted me lo da no me mojaré cuando descarguen esas oscuras nubes.

- No salgo de mi asombro.- dijo la buena señora. Me pides mi paraguas sin pensar que si te lo doy, seré yo la afectada.

-Señora queda poco tiempo empiezan a caer las primeras gotas, no se lo piense.

-Pero ¿por qué haces esto muchacho?

-Señora es que soy imbécil.

-¡Ah! pues si es imbécil como dice, ¿por qué no se moja usted y así evitamos que me moje yo?

-Es que soy un imbécil normal, señora, pero no un imbécil perfecto.


p.d. Versión cortés de un cuento chino.