domingo, 18 de noviembre de 2007

Un árbol


No se trata de una clase de dendrología ni de silvicultura, sólo es un día precioso en el que aportar un granito de arena, en el que enseñar a nuestros menores y a nosotros mismos que el preciado bien que tenemos que mimar es la propia naturaleza. Sembrar un árbol es dar vida y hoy lo hemos hecho. Un buen día para eso y mucho más, varias familias han unido sus mesas, sus comidas y sus momentos, y han seguido enseñando a sus pequeños que al igual que el árbol sembrado, se siembra la convivencia, las buenas intenciones, las amistades, y hay que regarlas y mimarlas para que sigan creciendo durante mucho tiempo.

Las pequeñas cosas hacen que nuestras vidas sean grandes ¿verdad?