miércoles, 21 de noviembre de 2007

Casualidades de la vida


-Buenas tardes señora, mesa para......? para mi solamente.
Espere por favor, pasan unos segundos y vuelve la camarera,
- Perdone señora pero sólo tengo una mesa libre, todas ocupadas, salvo la del fondo que está reservada para dentro de media hora.
-Ah! pues me apuro un poco pero tengo capricho de almorzar aquí.
De esta forma elige rápidamente y cuando le sirven la bebida:
-Señora disculpe pero la persona que reservó la mesa se ha adelantado media hora, tenemos el dilema de que ésta es la única mesa para compartir.
Ella con sus platos preferidos pedidos, no puede negarse y asiente, por lo que dos desconocidos deciden compartir aquella mesa.
- Buenas tardes, siento el error del restaurante, no la molestaré, cómo si no estuviese.
- No se preocupe por favor, he sido yo la que ha ocupado su mesa reservada.
- En fin, no tenemos culpa ninguno de los dos y sin embargo si capricho de saborear esta exquisita cocina.
Servidas la bebidas, cada uno miraba a su alrededor como para evitar que sus miradas se cruzasen y el señor para relajar la situación dice:
-Es usted de Sevilla?
-No, estoy aquí por negocios.
-Ah yo también, que casualidad
Y aquel fue el inicio de una conversación agradable, que hizo que una mesa compartida entre dos extraños, se convirtiese en una amena sobremesa, se dieron sus tarjetas y ambos pagaron la cuenta a medias, ella no permitió que él lo hiciera a pesar de ofrecerse caballerosamente.
Salen a la vez del restaurante y estaba lloviendo a mares, cosa rara en Sevilla pero era así, se despiden, y tras varios intentos fallidos de conseguir taxi, ella consigue parar uno, antes de subirse ve como él mojándose por segundos no consigue ninguno, y cómo pensaba que le debía un favor, le ofrece compartir taxi. Él no se lo piensa ante la lluvia incesante que caía sobre su cuerpo.
-Gracias, esto es increíble ni un solo taxi libre, que barbaridad. Casualidad que pasaba éste.
-Señores lugar de destino?
- Hotel BBR dice ella.
- Hotel British dice él.
El taxista emprende su camino sin más demora y al llegar al Hotel , dice: parada de los señores: Hotel BBR o el Hotel British, es el mismo.
Los dos ocupantes se sonrieron de la casualidad de las casualidades y tras pagar el taxi entre los dos, bajaron del mismo dirigiéndose a la recepción. Menos mal que tenemos reservada habitación todos los hoteles están al completo.
Piden sus habitaciones, y tras tener las llaves en sus manos se vuelven a despedir.
Él llega a su habitación, se acomoda, y de inmediato siente como alguien abre la puerta de la misma.
_Esto es demasiado, pero ¿que habitación tiene usted? la 815 y ¿usted? la 815 también.
¿Es otro error u otra casualidad de la vida.?
En fin son casualidades de la vida, si compartieron algo más, eso ya lo desconocemos, pero de todas formas, sería otra casualidad de la vida. ¿NO?

P.D. Ocurrencias por casualidades de la vida.