lunes, 3 de diciembre de 2007

Se acaba el año, se acaba el mundo



Diciembre el mes duocécimo del calendario gregoriano, viene cargado de emociones fuertes, se hace balance, se cierran los ejercicios económicos, se cierran los plazos de solicitudes, se agotan los días de vacaciones, se reciben las pagas dobles y se gastan las triples, vencen las pólizas, en fin se acaba el mundo. El espíritu navideño invade cada rincón humano y nos acordamos de nuestros objetivos conseguidos, de las tareas pendientes, (dejar de fumar, empezar las dietas )marcamos los nuevos propósitos, llamamos a los amigos olvidados y a los presentes, mensajes llenos de cariño y buenas intenciones y preparamos abituallamiento alimenticio porque el mundo se acaba. Los almuerzos de empresa, de amigos de la infancia, de la univesidad, del club de deporte, de amigos desconocidos, de familia, de la hermandad, del partido, de los amigos de los amigos de tus amigos, etc etc etc.


Pero pasa el mes con todas sus parafernalias y nos relajamos al pensar que el 1 de enero el mundo sigue. Que nos enfrentamos a un año más y seguramente a muchos otros. Es por eso que este artículo sólo pretende llamar a la tranquilidad al adentrarnos en un mes que sin lugar a dudas hace que todos estemos acelerados, profesional, personal, familiar y gastronómicamente hablando. Cómo dice mi peque: TRANQUILIDAD EN LAS MASAS.