Esta mañana he visitado a una amiga morenita ella, de aires isleños, pero española y en el solito de la zona más alta, porque más allá, el término es otro, hemos comprobado que nuestras lenguas al menos, están en forma. Y entre tanta conversación he llegado a ratificar que el brillo de sus ojos tiene nombre, que su única molestia tiene arreglo y que su tamaño en persona nada tiene que ver con su altura, aunque todo esto ya lo sabía de antes.
Me ha sorprendido que ella sea una de estos que andan intentando descifrar las palabras de éste blog, buscando un anfibio que no era cual sino quienes y por tanto esfuerzo, y por el buen ratito, esta dedicatoria para ti y para él. Que te pongas bien muy pronto, porque buena ya sé que estás. Y seguro que este escrito tiene fácil lectura ¿verdad?.
p.d. anda queeeeeeeee, y el electricista sin aparecer, menos mal.
